En los últimos meses, el debate en torno al fracking y los hidrocarburos no convencionales ha ganado fuerza en el Perú, desatando discusiones acaloradas sobre los riesgos ambientales y económicos asociados con esta controvertida técnica de extracción de gas y petróleo.
El fracking, o fracturación hidráulica, es un método de extracción de hidrocarburos no convencionales que implica la inyección de grandes cantidades de agua, arena y productos químicos a alta presión en el subsuelo. Este proceso ha sido adoptado en varios países para acceder a reservas de gas y petróleo que no pueden ser extraídas mediante métodos convencionales.
En el caso del Perú, la posibilidad de utilizar el fracking para explotar sus vastos recursos de hidrocarburos no convencionales ha dividido a la opinión pública y a los expertos. Por un lado, se argumenta que esta técnica podría impulsar la producción de energía y generar ingresos significativos para el país. Sin embargo, por otro lado, los críticos expresan preocupaciones sobre los posibles impactos ambientales, como la contaminación del agua y la liberación de gases de efecto invernadero.
El Ministerio de Energía y Minas ha señalado que la exploración de hidrocarburos no convencionales es crucial para la seguridad energética del país y la diversificación de sus fuentes de energía. Además, destacan que se implementarán medidas estrictas para garantizar la seguridad ambiental durante el proceso de fracking.
No obstante, organizaciones ambientalistas y comunidades locales han expresado su rechazo, argumentando que los riesgos asociados con el fracking podrían tener consecuencias a largo plazo para la salud de las personas y la biodiversidad. La falta de consenso en este tema ha llevado a un llamado a un mayor diálogo entre todas las partes involucradas, con el fin de encontrar soluciones equitativas que consideren tanto la seguridad energética como la preservación del medio ambiente.
La discusión sobre el fracking en el Perú está lejos de resolverse, pero su impacto potencial en el futuro energético del país y en el medio ambiente sigue siendo un tema central. A medida que la tecnología avanza y la demanda de energía aumenta, el Perú enfrenta decisiones cruciales que determinarán su camino hacia una matriz energética sostenible y responsable.






